La letra ñ no es exclusiva del español, pues está presente en numerosos alfabetos, como el vasco, el gallego, el tagalo, el chamorro o el quechua. En cuanto a su sonido, un fonema nasal palatal, también se pronuncia en otras lenguas, aunque estas lo representan con diferentes grafías. Por ejemplo, el portugués se sirve del dígrafo (dos letras) nh; el italiano y el francés recurren a gn; y el catalán usa ny.
Nuestra eñe data de la Edad Media y surgió de una abreviatura. Así es: con el fin último de ahorrar pergamino, la doble n (nn), que representaba susodicho sonido, era abreviada por los escribanos con una n pequeña sobre otra de mayor tamaño o una rayita encima de la n: anno > año; panno > paño. Este sombrerito que adoptó la ene recibe el nombre de tilde o virgulilla.
Publicado en mi libro Compendio general e innecesario de cosas que nunca pensó que le fueran a importar (Debate, 2013).
Entonces, ad maiora!
Estimado Roberto:
Muchas gracias por tus amables palabras, que, sin duda, sirven de aliento para seguir con el proyecto ComaConComilla.
Nos vemos por aquí 😉
Un cordial saludo.
No sólo ésta entrada, el blog en general es mucho interesante. Contiene tres cualidades qui yo agradesco en las personas y en sus obras: la sobriedad, el humorismo y sobre todo la ligereza. Descubrí ComaconComilla retuitado da Juana Uribe. Yo también trabajo (y juego) con las palabras. Perdóname, Cris, nunca he estudiado español (!). ¡Hasta pronto! Con simpatía, Roberto